2007-05-27

¿Es la madre de Henrik?
Pregunto después de un rato; la verdad es que me distraje mientras leía.

«Me hago sacerdote para salvarme a mí» le confiesa Henrik al tío Carl.


2 comentarios:

silv dijo...

Nunca me hubiera salvado siendo monja...

Gustavo López dijo...

Henrik es un personaje que me hace acordar a algunos tipos severos. sombríos y espantados de Isak Dinesen.
No es un personaje de Juan Carlos Onetti; quiero decir: Henrik no es un personaje urbano conducido a la catástrofe o la desesperación.
Es un joven de los inicios del siglo XX. Un provinciano sueco que se enamorará de Anna, única hija mujer de una familia acomodada de Upsala.
Las mejores intenciones comienza con Henrik siendo un estudiante de teología. En esa época, Henrik tiene una relación con Frida que no tarda en convertirse en convivencia. Luego conocerá a Anna Akerblom Y la novela termina diez años después, cuando ya se ha convertido en pastor protestante, y Anna espera su segundo hijo.
Henrik y Anna, padres de Ingmar Bergman

Oigamos un diálogo entre Henrik y Anna.

-Mi mayor defecto es que soy confuso.
-Pero eso no es un defecto.
-Sí, eso es exactamente lo que es, un defecto.
-¿Qué quieres decir?
-Soy confuso. No entiendo nada. Sólo hago lo que los demás me dicen. Yo creo que no soy muy inteligente. Si leo un texto complicado me resulta difícil comprender lo que dice. Tengo tantos sentimientos, eso también contribuye a mi confusión. Casi siempre siento culpa, pero la mayoría de las veces no sé por qué
-¡Qué pena!

Y ahora una interpelación de Carl, el hermanastro de Anna, a Henrik.
Seguramente Carl no se habría hecho cura.

-Yo, en realidad, soy inventor y tengo algunos inventos de poca entidad registrados en el Registro de Patentes. A ojos de la familia soy un fracasado, la oveja negra. He estado en el manicomio unas cuantas veces. No creo que esté más loco que otros, pero me consideran algo incoherente. Nuestra familia ha producido tanta maldita normalidad que ha dejado un sedimento de locura y lo he recogido yo. Además, hace unos años tuve problemas con la justicia, y es que imito la letra de la gente con mucha facilidad. Hacerse cura supone tener fe en algún dios ¿no es ésa la premisa fundamental?
-Sí que lo es.
-¿Cómo carajo puede creer en dios un joven de hoy? Perdona la intencionada falta de tacto de mis palabras.
-Es difícil explicar, así de repente.
-¿Una voz interior? ¿La sensación de estar en manos de alguien? ¿De no sentirse excluido? ¿Como un aliento cálido en la cara? ¿Como ser un pequeño latido en una inabarcable circulación sanguínea? ¿Un latido no insignificante pese a lo grandioso del sistema venoso? ¿Sentido, modelos, instantes de gracia? No no lo digo con ironía, es que mi garganta no se cansa nunca de producir eructos sarcásticos. Estoy hablando muy en serio, mi joven amigo.
-¿Por qué lo preguntas, si lo sabes?
-Yo creo que un hombre que nace ciego, puede muy bien figurarase lo que es rojo, azul y amarillo
-Yo soy una persona llena de dudas. Tal vez se me figura que la sotana va a ser un buen corsé. Me hago sacerdote para salvarme a mí, no para salvar a la humanidad.