2011-03-03

«Sencilla y clara», decía el e-mail de Pat que invitaba a escuchar a Chimamanda Adichie.
A poco del comienzo, Adichie reconoce: Yo amaba los libros ingleses y estadounidenses que leí. Avivaron mi imaginación y me abrieron nuevos mundos; pero la consecuencia involuntaria fue que no sabía que personas como yo podían existir en la literatura. Mi descubrimiento de los escritores africanos me salvaron de conocer una sola historia sobre qué son los libros.
A raíz de esas palabras, que hablan de la importancia de muchas historias, empecé a leer a Hanif Kureishi en el libro que contiene la presentación del último borrador del guión de Mi hermosa lavandería. Posteriormente, vi media hora, pero cuando concluya la película, leeré el guión de Kureishi.
El enlace a la película de Stephen Frears, abajo de El peligro de una sola historia.



My beautiful laundrette

1 comentario:

Pastora dijo...

Mirada cínica la de Kureishi, cómo la gente de todas partes baila alrededor del dinero.
Vengan de la parte del mundo que vengan, los personajes se someten a las reglas de ese poder. Y no me caen los personajes. En vez de mostrar inmigrantes en busca de que se respeten sus derechos, aparece la lucha por acumular riqueza a cualquier coste.