2007-10-30

El ejemplar en tapa dura de The modern library, 1930, comienza con la reseña etimológica de un preceptor de colegio secundario. Al final, en la página 885 del ejemplar de Sudamericana, 1970, aparece la siguiente mirada sobre el preceptor: «Se lo pasaba limpiando sus viejos diccionarios y sus gramáticas con un pañuelo estrafalario, adornado, como por burla, con todas las alegres banderas de todas las naciones del mundo. Le gustaba desempolvar sus viejas gramáticas: era, para él, un dulce modo de tener presente su condición mortal».
La cita de Hackluyt dice que casi toda la significación de "ballena" está en la letra H de la palabra en inglés: whale. Pero esta ocurrencia introduce al señor H, es decir a Richard Hackluyt (1552-1616), ideólogo de las estrategias de Inglaterra como imperio mundial. La main idea de este señor inglés: las colonias deben ser instrumentos al servicio de la madre patria.
Por último, el preceptor, luego de incluir en la reseña la palabra que la designa en español, suma las simpatiquísimas "pekee-nuee-nuee" en fiji y "pehee-nuee-nuee" en erromangoano.

Ese es el inicio de la novela más fascinante y, por qué no, más incómoda; la última abjuración de la literatura norteamericana: Moby Dick.

Como razonó Juan José Saer con respecto a los clásicos, pienso que hay libros que en su gestación parecen caprichosos y arbitrarios, hasta que empiezan con el tiempo a mostrar su pertinencia. En consecuencia, Sudamericana debió observar la ubicación de la etimología y no incluirla al final. Así como tampoco debió publicar a partir de la página 887 los extractos que la novela contiene a continuación de la etimología. Extractos copiados por un auxiliar de biblioteca: el empleado que "trae y lleva" libros, desde los estantes hacia el mostrador y desde el mostrador hacia los estantes. Un sub-sub-librarian, en palabras del autor de Moby Dick.
El auxiliar hizo esos extractos con «cuanta alusión pudo encontrar en cualquier» book, «sagrado o profano». «Por lo tanto, las declaraciones contenidas en los extractos que siguen —desordenados, aunque auténticos— no han de tomarse, por lo menos invariablemente, como el último evangelio de la cetología».

No se trata de una mención menor.
A semejanza, yo hago esta entrada y haré las siguientes con mis extractos —desordenados, aunque auténticos—de la novela en español: traducción de Enrique Pezzoni, y en inglés: autoría de Herman Melville.
Algo así como un put in sub-sub-order.


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