2024-04-16

Diario de la próstata

Las historias clínicas comienzan con Bioy Casares a la edad de sesenta y tres años, cuando refiere a Borges sus pesadillas con la sonda urinaria tras la operación en el CEMIC.
Al año siguiente, Borges debe operarse, pero pierde la confianza en el urólogo. Le dice a Bioy que el especialista «vive en el mundo de la propaganda», como Mujica Lainez.
Bioy se atreve a recomendarle al Dr. Luis Montenegro, quien lo operó.
Borges visita a Montenegro y a sus ochenta años decide operarse con él. También quiere cambiar de clínico y acepta al médico de cabecera de Bioy, el Dr. Alejo Florín, que subirá en 2005 al escenario en una obra de teatro documental dirigida por Vivi Tellas, formando dúo con Edgardo Cozarinsky, su amigo y paciente.

Alejo Estaba pensando en darte una droga relativamente reciente para el cáncer de próstata, además de las inyecciones que te doy cada tres meses. Se da por boca, y puede tener como efecto secundario que te crece el pelo.
Edgardo Pero yo no quiero tener pelo. Hace 40 años que soy pelado ¿Qué va a pensar la gente, que me hice un injerto, si un día aparezco con pelo? Es ridículo.
[…]
Edgardo Les quiero pedir a todos los que están aquí esta noche que por favor no comenten, que no escriban —en el caso que alguno de ustedes sea periodista— el hecho que tengo cáncer. Mi madre no lo sabe. Mi madre tiene noventa y cinco años y no quiero que lo sepa ...
[…]
Edgardo Te pregunto, ¿a qué edad te recibiste de médico?
Alejo A los 22.
Edgardo El hecho de que tu padre y tu madre fueran médicos ¿influyó de alguna manera en tu elección?
Alejo No, creo que no. Pero ya que me preguntás lo de la edad, justamente coincidiendo que me había recibido, un día me fui a comer a lo de Bioy, y Silvina por primera vez había cambiado la disposición de los invitados en la mesa. Porque siempre era estático y siempre era la misma. Entonces yo lo veía comer a Adolfito de perfil por primera vez. Y veía que cada vez que tragaba le subía un bulto acá, en la garganta, y le pregunté: ¿Qué tenés ahí? Y me dice: Un nódulo, nada más. Bueno, a la semana estaba operado. Le sacaron la tiroides y ya tenía metástasis en la cadera. A pesar de lo cual, con todos los tratamientos que le hicimos, vivió como treinta años más, lo más bien.
[…]
Edgardo Ustedes se preguntarán qué clase de médico es Alejo Florín. Esto es una fotocopia de una entrevista con él, publicada en el diario La Nación en el año 1996, hecha por Odile Barón Supervielle, con el título “Un médico argentino”. Hay […] preguntas cuyas respuestas me parecen interesantes. Le preguntó si es muy duro estar permanentemente en contacto con el dolor y la muerte o si uno se acostumbra a ello. “Sí, es muy duro y uno nunca se acostumbra”. “¿Qué hacés para desconectarte?” “Creo que jamás uno se desconecta. A veces hasta sueño con los enfermos. […]”

Una entrada de cuatro semanas antes de la del sufrimiento de Bioy con la sonda registra la pregunta de Borges sobre si Bioy conoce a alguien que pueda administrar su dinero, y la primera de 1979 estas palabras dichas por Borges: «Me parece que están multiplicándose las nanas que me llevarán a la disolución.»

Miércoles, 15 agosto Come en casa Borges. Está flaco, tembloroso, con desvanecimientos. Tiene azúcar. Lo operan la semana próxima de próstata.

Borges cancela la operación con el Mujica Lainez de las próstatas. Acepta tratarse con los médicos de Bioy.

Martes, 28 agosto Converso con Montenegro y con Florín. Aparentemente encuentran bien a Borges, salvo el problema de la próstata. Están contentos de atenderlo y no van a cobrarle nada. Quieren que se opere en el CEMIC. […]

Después de los exámenes prequirúrgicos, los médicos convienen operar a Borges el lunes 3 septiembre. Bioy Casares toma ahora nota del azúcar en sangre de Borges: glucemia 70. Mejor imposible.
El diario La Nación, 20 julio 2003, publicará el recuerdo de Montenegro: «La intervención transcurrió sin la menor zozobra. Conté para ello con un paciente dócil que no emitió una sola queja. La anestesia peridural […] nos permitió de algún modo dialogar durante la operación. […] Recuerdo también vívidamente la sorpresa de oírle recitar el Padre Nuestro en diferentes lenguas sin olvidar por cierto hacerlo en anglosajón.» Al día siguiente de la cirugía, Bioy trascribe este sueño de Borges: « […] yo era Inglaterra e interpreté unos tirones en la barriga como el dolor de parir a Australia. Al despertar me alarmé un poco por haber tenido un sueño de mujer. Tal vez la operación de próstata hiera nuestro amor propio y nos perturbe...»
Las escrupulosas entradas del diario indican que el 3 septiembre Borges es llevado al quirófano a las 11.20 horas y que retorna después de una hora y veinticinco minutos a la habitación. El año anterior, Bioy había estado anestesiado hasta las 17:00 hs.
Al día siguiente, Bioy escribe que durante la visita que reliza a su amigo, éste comenta:«No me dijeron que el presidente [Videla] preguntó por mí para no alterarme. Nada puede dejarme más indiferente».
Según Montenegro, a Borges lo ilusionaba, tras la operación de próstata, poder conocer Japón ese mismo año con María Kodama. En el diario de Bioy figura que el viernes 2 noviembre Borges volaría con Kodama. Bioy cierra el diario de la próstata con la entrada del día de Navidad: «Visito a Borges. Está de regreso del Japón, que le gustó mucho.»