2007-09-29

Barcelona - Sevilla

Journal entry 5 by carboanion from Castilleja de la Cuesta, Sevilla Spain on Thursday, September 07, 2006

¡Está en Sevilla! En malas manos, las mías, pero prometo leerlo muy pronto para que cuando llegue octubre y comience el III Encuentro Nacional de BC-España pueda seguir viaje de forma controlada y no se pierda en las calles.
He leído la entrada de meranis y realmente no sé qué esperar de este libro, porque la frase "las distorsiona, para que lleguen a expresar lo que el autor pretende que expresen" me recuerda una frase de Montaigne: "La palabra es mitad de quien la pronuncia y mitad de quien la escucha", que para mí siempre ha significado que el autor sabrá lo que escribe, pero de parte del lector queda el entender lo que mejor le convenga, porque (al menos en mi caso) las historias se enfocan de una manera u otra según las circunstancias y una misma novela causa muy diferente impresión en distintos momentos de la vida y lo que un día puede parecer una maravillosa metáfora, dos días más tarde puede parecer la cursilada más grande del universo.


Journal entry 6 by
carboanion from Castilleja de la Cuesta, Sevilla Spain on Saturday, September 16, 2006
Me resulta difícil comentar este libro porque he pensado en tantísimas cosas durante la lectura que no sé si ahora podré recordarlas todas: la primera es que me gusta el punto "lúcido" que pone María Gabriela con sus notas a pie de página. Quizá el autor las pone para reírse de aquél que no disfrute con su libro, pero yo creo que es el contrapunto necesario para equilibrar los aires de grandeza de Juan Aparicio ("¿Cuántas catarsis ha sufrido hasta esta página, lector? Ninguna") y vuelve a recordarme la frase de Montaigne que cité en la entrada anterior, aunque sólo sea por la interpretación que María Gabriela da a esa poesía que cualquiera que se atenga tanto a la letra como yo adivina de índole sexual y no revolucionaria. Supongo que puede ser indignante el saberse musa del onanismo (o muy halagador, según la personalidad de cada uno) y por eso María Gabriela no concede cuartel a Juan al comentar su prólogo... Pero yo prefiero quedarme con la visión "realista" que aporta la mujer, es una manera de bajar los humos al prologuista.
Podría quedarme sólo en la letra, en lo que he leído, que es lo que suelo hacer, pero tanta insistencia a lo largo de la novela en la masturbación me obligaba a pensar que la lectura es un vicio tan solitario como el ya mencionado onanismo: no es hasta el final que Aparicio lo manifiesta, pero supongo que por eso no me chocaba tanto hablar de sus horas en el baño. "Más que un libro es una gran paja" y yo añadiría "mental", porque la exégesis que hace de los comienzos y la que hace del final no tenían mucho sentido para mí, ya que los cientos de páginas intermedios entre el principio y el desenlace los engloba en "lo demás", los desprecia y (qué le voy a hacer) yo soy de esas lectoras que piensan que qué más me da saber el final, si lo que me interesa es cómo se desenvuelven los personajes hasta llegar a ese punto. Como lectora, no he podido desprenderme de mi propia forma de entender la lectura (no la literatura, ojo) y por eso para mí la "x", tan importante en la interpretación de los comienzos, no era más que la incógnita del qué pasará que obliga a seguir leyendo, ¡jamás la hubiera supuesto relacionada con el acto de escribir! (Muy atinada la anotación que afirma que en los idiomas originales no hay tantas equis; un punto surrealista por parte del autor incluir una frase suya entre los ejemplos de excelencia).
Por los comentarios de meranis, esperaba un libro raro, pero para mi sorpresa me ha gustado mucho. Lo pongo en reserva hasta el Encuentro Nacional, que será entre el 12 y el 15 de octubre en Sevilla y por tanto podré encontrar algún becerro que quiera "adoptar" esta novela y no la deje perderse en la selva tan pronto, ¡que tras cruzarse el charco no se merece el olvido!

Puntuación: siete estrellas (seven out of ten)


Journal entry 7 by carboanion from Castilleja de la Cuesta, Sevilla Spain on Friday, September 29, 2006
Released about 10 mos ago (10/14/2006 12:00:00 PM BX time) at
Parque Maria Luisa in Sevilla, Spain
RELEASE NOTES: Quien quiera cazar este libro, está citado el sábado 14 de octubre a las cinco y media en la Plaza de América, en el Parque de Marí­a Luisa, donde dará comienzo la liberación del III Encuentro Nacional.


2007-09-25

En busca de un fragmento de Prólogo anotado, que supuestamente se encontraba publicado en un web site de la Biblioteca Nacional, hallé el inesperado derrotero de 2006 que cuenta la postdata.
Las reseñas del libro son buenísimas. Yo
no sabría hacerlo mejor.

ps: El libro viajó de Argentina a Barcelona y de Barcelona a Sevilla: en el periplo debió sufrir algún accidente "acuático", porque os advierto que el volumen está abofado y apesta a humedad que es mala cosa (no había pensado que este aviso iba a echar para atrás a más de uno, pero bueno, que nadie diga luego que le he endosado un asco de ejemplar, que advertidos quedáis), pero el contenido es bastante original, por cada paranoia relacionada con la masturbación hay algún párrafo aprovechable sobre los libros. Publicado por carboanion: Lun Sep 18, 2006 10:29 am BookCrossing - The world's biggest free book club



Buenos Aires - Barcelona


Journal entry 1 by akahige-nide from Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Argentina on Saturday, July 08, 2006

Cuando el libro fue editado por el año 1993, el autor estaba encuadrado dentro de la narrativa joven argentina. Posteriormente creció su reconocimiento literario e incluso a fines del 2004 y comienzos del 2005 publicó un ensayo sobre una nueva lectura de la escritura del Quijote de Cervantes.
Esta novela no la leí y como está destinada a ser enviada a España me interesó la temática.
Reproduzco un fragmento de la presentación de la contratapa: «Un profesor de provincia recibe el encargo de escribir el prólogo de un manual de literatura. Emprende la tarea con diligencia, pero con un resultado sorprendente para los lectores. Acaso porque el personaje mismo hace imposible una revisión convencional del pasado literario, su labor se transforma en una travesía avasallante por la más imaginativa e inexacta de las ciencias».
Espero que lo disfruten. Irá hacia Barcelona.


Journal entry 2 by
akahige-nide from Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Argentina on Tuesday, July 11, 2006
Released about 1 yr ago (7/10/2006 8:00:00 AM BX time) at
De Buenos Aires a Barcelona in Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Argentina
RELEASE NOTES: Enviado a través de un amigo para ser entregado en mano en la ciudad española, muy probablemente a meranis. Buen viaje. Espero que guste y lo disfruten.


Journal entry 3 by meranis from Barcelona, Barcelona Spain on Thursday, July 20, 2006
Tras una semana de "jugar al escondite" con el mensajero (un tipo muy majo, por cierto), por fin tengo el libro en mis manos. El libro, la postal cinematográfica y el marcapáginas personalizado: D
En cuanto termine el que tengo empezado me pongo con él. ¡Muchas gracias por el detalle, akahige-nide!


Journal entry 4 by meranis from Barcelona, Barcelona Spain on Sunday, July 30, 2006
No puedo negar que es un libro poco convencional, así que el autor, en este sentido, ha acertado de pleno.
Es curioso porque, como lectora, he ido pasando por varias etapas: de la incredibilidad más absoluta ("Un tratado sobre la masturbación??? de qué xxx va todo esto???") hasta la ternura ("pobre diablo!").
Me resulta difícil calificar el libro, sobre todo porque en mi opinión tiene varias capas, y si te quedas en la superficial, la obsesión masturbatoria del protagonista, te pierdes justamente lo más interesante. En mi humilde opinión, Federico Jeanmaire, aparte de buscar su "hueco negro" en la literatura, lo que hace es jugar. ¡Lo que pasa es que hace trampas en el juego! Es decir, se monta todo un tinglado a partir de extractos escogidos de obras escogidas y juega con ellas, las distorsiona, para que lleguen a expresar lo que el autor pretende que expresen. ¡Supongo que "ha gozado como una foca" preparando todo el montaje!, pero en ocasiones para el lector resulta un tanto repetitivo y traído por los pelos.
Otra de las capas que percibo es la crítica corrosiva a la literatura actual, junto con las perlas que va destilando de cara a enseñar a un posible lector a discernir entre lo que está bien escrito y lo que no lo está (lo genial de lo común). Hay fragmentos realmente preciosos.
Y por fin está la capa de una historia de amor muy tierna: la de un viejo perdedor, antisocial y medio loco, que se prenda de una compañera de trabajo joven y atractiva.
¡Tantas cosas en tan pocas páginas! ¿o es que yo veo más de lo que hay? No sé; lectores sucesivos irán expresando sus propias opiniones, espero.
De momento guardo el libro para llevarlo en septiembre a Sevilla, a ver qué tal le sientan los aires del sur. La postal y el marcapáginas de diseño se quedan conmigo, como recuerdo.
Gracias de nuevo a akahige-nide por tenerme en cuenta, a Marc el mensajero y a la artista diseñadora.


Puntuación: siete estrellas (seven out of ten)


2007-09-21

«Soy amigo de Pinocho, que en la infancia me llevó de la mano por los caminos de la imaginación. Cuando me encuentro con otros devotos de Pinocho descubro que nuestros recuerdos no coinciden. Freud, quiero decir algún "complejo" del snobismo herido, me induce a olvidar lo que sé: ellos, siguiendo una buena tradición, leyeron el volumen de Collodi; yo, con infinidad de ignorantes, los fascículos publicados en la colección "Cuentos de Calleja" en colores.»
»Hoy leo la "Nota preliminar" de Esther Benítez a su traducción del libro de Collodi: "Es muy cierto que la fama y difusión del Pinocho de Bartolozzi en el ámbito lingüístico hispano eclipsaron por completo el Pinocho de Collodi, hasta el punto de que aún hoy es frecuente encontrarse con quien [¡con ABC debiera decir!] recuerda nítidamente el Pinocho de Calleja y sólo tiene una borrosa memoria del de Collodi". Baste aclarar que Bartolozzi ―Salvador Bartolozzi Rubio― ilustró con sus dibujos la traducción de Calleja del libro y escribió el texto de las nuevas aventuras publicadas en los fascículos que tanto me atraían: Pinocho en la India, Pinocho en la China, Pinocho en el Polo, Pinocho en la Luna, Pinocho en el país de los hombres gordos, Pinocho en el país de los hombres flacos, Pinocho en Jauja, Pinocho en Babia, Pinocho detective y de la serie Chapete reta a Pinocho, que me gustó menos.»

Este es un escrito de Adolfo Bioy Casares en Descanso de caminantes, 1982.
Tiene mínimas revisiones mías a partir de que poseo el Pinocho de Alianza, 1980, con Prólogo y Nota preliminar notables. Entre otras cosas, corregí el nombre del dibujante y escritor del Pinocho español, que en el diario de Bioy Casares aparece como «Bertolozzi».
Pero lo que importa es el encuentro con amigos. El miércoles fui a tomar un café con Paulino a La giralda y mezclado con temas automovilísticos, la largada de Spa-Francochamps y otros, nos perdimos hablando de Lucignolo, Paul Auster, Bioy Casares.
Las charlas con amigos suponen un montón de desviaciones. De todas ellas me pareció atractiva la huella que dejó Bioy, vista ahora desde el ángulo de la traductora del libro de Collodi, M. Esther Benítez, que en la Nota hace la siguiente pregunta:
«¿Cómo es el Pinocho de Bartolozzi?»
Sumar ahora una nueva cita de la Nota tiene por fin denotar que, como explica la contratapa de Alianza, la llamada literatura para niños desborda las fronteras del género.
»¿Por qué el Pinocho español se mueve en un mundo de fábula? ¿Por qué en todas sus aventuras no existe una progresión psicológica de los personajes, como ocurre en el Pinocchio italiano? Si la constante obsesión de Pinocchio es convertirse en un niño de carne y hueso, nuestro Pinocho [España, 1917/1920], satisfechísimo de su condición, sueña en seguir siendo muñeco; en cierto sentido es como Peter Pan, el niño que no quiso crecer. Y lo mismo ocurre con el realismo de la obra, que sólo aparece en detalles esporádicos y nunca en la caracterización y actuación de los personajes. ¿Por qué este enfoque? ¿Presiones del medio ambiente? ¿Imposición del editor? Habría que estudiar el problema a fondo y por extenso y no en los reducidos límites de estas notas».


2007-09-17

La historia transcurre en el cielo.
Allí está Jesús y aparece un viejito recién llegado.
Jesús le oye comentar al viejito que no consigue encontrar a su hijo. Entonces Jesús se le arrima y el viejito le dice: mi nombre es José, soy carpintero, tuve un hijo de manera un poco extraña, no exactamente natural, y después él quiso hacer las cosas a su modo, se fue de casa y no volví a verlo. En ese instante Jesús alarga los brazos conmovido y grita: ¡Papá!
Y el viejito grita: ¡Pinocho!

Un cuento hecho realidad

Buscando lectores en el paraíso Blogger encontré ciento veintiún registros (121) que incluyen entre sus libros favoritos a Pinocho (36) / Pinocchio (85). Entre todos Lucignolo se lleva la palma: Fecha de inscripción: junio 2005 / Profesión: Marionnette / País: Pays des jouets / Datos personales: Je suis le meilleur ami de Pinocchio, j'aime pas l'école, les livres, les maîtres, bref, tout ce qui peut embrigader un esprit qui n'a pas peur de la vie et de ce qu'elle représente pour chacun de nous / Intereses: Pinocchio / Películas favoritas: Le avventure di Pinocchio / Libros favoritos: Pinocchio


2007-09-14

Terminé las dos últimas páginas de La invención. Me dieron ganas de empezar el Libro de la memoria de nuevo. Fue una sorpresa lo que hace Auster al final. Imposible de sintetizar. Un joven alquila una habitación en París y luego descubre que su padre había estado escondido en aquella habitación durante la guerra. Auster habla acerca de de la rima que esos dos hechos establecen al ser relacionados. Y a partir de ahí, todo lo demás: Pinocho y Collodi, el mundo de los juegos de Daniel, su hijo… Éste es el mejor Auster.

Pero no puedo sustraerme ahora de la decepción con el tintero de Auster, la imagen que él asienta en La invención. Quisiera estar yo equivocado pero pienso se trata de una falta a la verdad. He cotejado varias fuentes y no encontré el fascinador tintero que Auster dice está en Collodi.

Mi decepción empezó al anotar a mano en las páginas de mi propio Pinocho la versión de Auster del capítulo XXXIV, es decir en las páginas donde: Pinocchio, gettato in mare, è mangiato dai pesci e ritorna ad essere un burattino come prima; ma mentre nuota per salvarsi, è ingoiato dal terribile Pesce-cane / Pinocho arrojado al mar, es comido por los peces y vuelve a ser un muñeco como antes; pero mientras nada para salvarse es engullido por el terrible Tiburón.

Pensaba en el hallazgo del tintero.
Paul Auster apunta que Disney deformó el Pinocho de Collodi haciendo entre otras cosas que el muñeco fuese tragado por la Ballena en vez de por el Tiburón, il terribile Pesce-cane. Cualquiera que recuerde el libro de Carlo Collodi lo sabe.
Sin embargo, completamente embebido en la transcripción que Auster hace del momento en que Pinocho es tragado por el Tiburón fui a buscar el pasaje del tintero.
Siendo así leí que «el monstruo, absorbiendo el agua, se bebió al pobre muñeco como si bebiera un huevo de gallina; y lo tragó con tanta violencia y avidez que Pinocho, al caer en el cuerpo del Tiburón, se dio un golpe tan descomunal que se quedó aturdido un cuarto de hora».
Mi decepción con Auster fue fiera cuando continué leyendo mi propio Pinocho. Voy a cruzar las versiones:

Quando ritornò in sé da quello sbigottimento, non sapeva raccapezzarsi, nemmeno lui, in che mondo si fosse. Intorno a sé c’era da ogni parte un gran buio: ma un buio così nero e profondo, che gli pareva di essere entrato col capo in un calamaio pieno d’inchiostro. / Cuando [Pinocho] volvió en sí […] había, por todas partes, una gran oscuridad; una oscuridad "so deep and so black that for a moment he thought he had been dipped head first into an inkwell." This is Collodi's description of Pinocchio's arrival in the belly of the shark. ...

Durante varias noches revisé fuentes y más fuentes pero no hallé el pasaje del libro de Carlo Collodi que, de acuerdo con Paul Auster en la p. 160 de La invención, diría: "…por un momento [Pinocho] pensó que lo habían sumergido de cabeza en un tintero…"

Por el contrario dice:
"…una oscuridad tan negra y profunda que le parecía como si hubiese entrado de cabeza en un calamar lleno de tinta…"

El calamar lleno de tinta es una imagen tan impresionante como la del tintero. Los lectores de La invención conocemos el increíble despliegue que Paul Auster hace a partir del inusitado tintero o inkwell. Pero dicha imagen tiene un poder de revelación increíble porque no está. El efecto de revelación surge de una cita que por lo menos yo no pude hallar.
Me resulta chocante tener que decirlo. Pero no está en Collodi. Únicamente parece existir en Austerlandia.


2007-09-11

Tiempo de abrazar y los cuentos de 1933 a 1950
Arca. Montevideo 1974.

En 1941 Onetti realizó un segundo viaje a Buenos Aires. Colaboraría en los suplementos literarios de La Nación, la revista Vea y lea, y otros medios. El diario La Nación publicó Un sueño realizado, sobre el que Onetti dijo: «Un sueño realizado nació de un sueño: vi a la mujer en la vereda, esperando el paso de un coche, supe que también ella estaba soñando». Ese mismo año fue finalista con Tiempo de abrazar del premio Farrar & Rinehart. La novela logró una importante aceptación. Tanto que un jurado declaró: «Creo que Tiempo de abrazar será un gran éxito el día que se publique y dará lugar a juicios apasionados». Lamentablemente, Marcha sólo publicaría fragmentos de la novela, antes de la pérdida y posterior recuperación casi veinte años después, cuando Arca la publicó junto con una recopilación de fenomenales cuentos.

―La novia robada y otros cuentos, en el '68 ―viene pasando lista de libros el entrevistador español―. Aparece luego una extraña novela perdida, que al parecer estaba en posesión de una hermana suya.
―Habían quedado algunos capítulos. Es ésta ―el escritor uruguayo toma el título de Arca―. Tiempo de abrazar.
―Es ésa, exactamente.
―Esto lo han publicado como una novela. Pero es mentira. Son fragmentos de una novela. Son capítulos que se pudieron recuperar. Yo después me fui a Buenos Aires, y perdí todo.
Entrevista a JUAN CARLOS ONETTI por JOAQUÍN SOLER SERRANO,
1977

—Estaba pensando... Aunque te parezca que soy tonta. ¿Sabés lo que sentía antes...? Me daba vergüenza; como si ser virgen fuera algo anormal. Tenía vergüenza de sentirme, pensando en las otras... En las mujeres que ya eran mujeres.

Una chica Onetti.
Pienso en los brazos, senos y pies que arrebatan. En las especulaciones de Onetti sobre el sello de la virginidad.
Tapa de la primera edición: curvas de una mujer que parece la diosa de un templo hindú. La sueño en bajorrelieve y sexualmente entrelazada a otra armónica figura, que, como se llama, hace de apoyo.
Prosa admirable.

—Virginia.
Se miraron, sonriendo. Luego él vio morir el guión de la cortina y, con los ojos fijos en el ángulo en que había estado, murmuró:
—Tenía un miedo... después de la carta. Pensaba que todo había terminado. No por celos; pero tenía miedo de que esto, tal vez lo más grande que haya, lo conocieras con otro. Con alguno demasiado bruto; demasiado macho para tu ternura...
Ella saltó levemente, acariciándole un brazo con los perezosos dedos.
—No, Julio... No podía ser. Yo presentía lo lindo de esto, vida. No me hubiera animado a estropearlo. Tenía que ser contigo... contigo, vida querida. Y yo estaba tan segura de que iba a ser...; y lindo, lindo, lindo...

Tiempo de abrazar me hechizó desde la mitad hacia adelante. El erotismo es implosivo y moroso. […] Mierda, damas y caballeros. No era el pensamiento humano quien trazaba cauces para el instinto. Eran las mismas almas puras, los hombres rectos, los perfectos caballeros, las damas con neuralgia en lo ovarios […] Jason en la muchedumbre, último parágrafo, una bestia pulcra.

En mayo de 1976 la revista Crisis rescató un capítulo perdido. Fue publicado con el título La total liberación.
[…] Algo nuevo había aquella noche en Isabel. Un elemento extraño se agregaba a ella, evidenciándose en los ojos ausentes y la boca entristecida. Al besarla [Jason] sintió tan claramente la existencia de aquel algo indefinido y molesto, que la tomó por los hombros y la interrogó con sencillez, buscándole los ojos […]

La edición que tengo en mi biblioteca posee tapa celeste y dura. Título ocho de la serie Club Bruguera.

Tiempo de abrazar
Bruguera. Barcelona 1980.


2007-09-05

La cartografía española cobra en el siglo XV un considerable desarrollo a causa de la colonización de América y de la Guía de Ptolomeo, redescubierta en Constantinopla. La edición de 1535 muestra en el encabezamiento de cada página al propio Ptolomeo sosteniendo distintas escuadras, un compás, una esfera armilar o celeste. La obra establecía por medio del sistema de latitud y longitud una representación plana del globo terráqueo. Si bien hasta finales del siglo XVII fue difícil establecer la longitud de un punto en el mar, los cálculos para tomar la latitud geográfica se hacían midiendo la altura y posición de los astros. De esta suerte, don Quijote y Sancho se metieron en un mapa complicadísimo; me refiero al capítulo del bote encantado del Segundo Quijote (1615).



El Quijote terminará casi ahogado.
Confundirá una aceña situada dentro del cauce del Ebro con un castillo, y luego de hacer romper el inocente bote contra las ruedas hidráulicas, irá a parar prácticamente al fondo de las aguas en companía de Sancho.
La figura con su pesada armadura y pegando manotazos de ahogado entremedio de diferentes escuadras, compases y esferas.
¿Qué es lo real?
Frente a esta navegación accidentada: ¿cómo era escuchado don Quijote cuando hablaba de cartografía y astrolabios? Me pregunto por el común de los lectores del siglo XVII. Imagino que lo escrito en este capítulo entraría por esas orejas como las palabras de un fuera de sí que enloqueció leyendo a Ptolomeo. Y en este punto aparecen los distintos niveles de abstracción del Quijote. Porque la mayoría de la población española no sabía leer. Igual que en la Antigüedad o en la Edad Media, la mayor parte de las lecturas todavía se hacían en vos alta; sin embargo, en todas partes y en todos los niveles sociales había algunos que leían, explica Margit Frenk en la edición IV centenario de la RAE. Lo mismo ocurre en el interior del propio Quijote.
Y con el auge de la imprenta todas las mentes lectoras se estamparían raudamente de voces y de visiones fantásticas. Porque los mapas de América pretendían dar unicidad y totalidad a la realidad multifacética de los descubrimientos. Pero, al mismo tiempo, la geografía más próxima había quedado a la intemperie, dado que la cartografía peninsular resultó desatendida.
Y era una época de revueltas en la península, guerra entre musulmanes y cristianos, la violenta Inquisición, Drake al norte, la matanza de moriscos, robos, incendios, etcétera.

La representación de modo continuo y global del territorio peninsular no se inició hasta que Felipe II promovió ilustraciones y cartografías para mejorar el conocimiento de las regiones sobre las cuales reinaba. Por ejemplo, dice Raymond Crab en Cartography and power in the conquest and creation of New Spain, Felipe II simultáneamente contrató al artista flamenco Anton van de Wyngaerde para pintar las ciudades españolas y encargó al cartógrafo español Pedro de Esquivel un atlas peninsular, con el expreso mandamiento de que «recorriese y marcase por vista de ojo todos los lugares, ríos, arroyos y montañas por pequeños que fueren». Pero la carta o planisferio de España quedará incompleto.
Así que.
Arriesgo a decir que el propio Ptolomeo naufraga, junto con don Quijote y Sancho, en el capítulo De la famosa aventura del barco encantado.
La ciencia exacta.
Sobrevuela esta idea aquel tema de los distintos niveles de abstracción del que hablaba unas líneas arriba. Porque los lectores menos ilustrados de principios del siglo XVII escucharían locura de remate donde el narrador pone en boca de don Quijote modernísimos conocimientos de navegación. El "sin sentido" encuentra concordancia en las orejas Sancho, que oye las palabras cómputo, cosmógrafo y el nombre del célebre griego, y de ahí que Sancho figure puto y gafo a Ptolomeo, palabra que hoy casi ha muerto, gafo, pero que significa deforme, contrahecho o que tiene encorvados y rígidos los dedos de pies y manos. Además «de meón, o meo, o no sé cómo», exclamará Sancho.
Una lengua imposible la de la ciencia.
En cambio, el lector erudito observa la erudición misma de don Quijote. El héroe habla la lengua de Ptolomeo, muy a pesar de lo cual, esa lengua no es racional ni exacta, sino que es, y sin ningún complejo, un desatino que le hace ver a don Quijote la proximidad del Ecuador donde el narrador sólo está viendo la apacible corriente del Ebro.
Una clase sobre narración que da Cervantes y la consigue gracias a que propone distintos niveles de cultura y simulacros. Cervantes decide siempre treparse a los mapas inacabados y hacer el suyo propio, que necesita construirse de palabras.