2007-08-26

Cervantes no es un topógrafo.
Comentaba a sus alumnos de la Universidad de Harvard el ilustre autor de Lolita, light of my life, fire of my loins. My sin, my soul. Lo-lee-ta: the tip of the tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Lee. Ta.
Cervantes no quiso situar con fidelidad el nombre de cada ciudad, pueblo, villa, aldea, lugar, camino, sendero, accidente geográfico.
Si examinamos las salidas de don Quijote con criterios topográficos nos encontramos con un lío tremendo; bastará decir que a cada paso de esas aventuras hay un cúmulo de inexactitudes monstruosas. El autor huye de las descripciones que, por descender al terreno de lo concreto, pudieran ser verificadas. Es absolutamente imposible seguir esas andanzas por cuatro o seis provincias del centro de España, en el curso de las cuales, hasta llegar a Barcelona, en el noreste no se pasa por una sola ciudad conocida ni se cruza un solo río.
Las mesetas gave way to real mountain. Huyendo hacia la frontera con México, nadie pasaba a nadie en la ruta. «Y nadie intentó deslizarse entre nuestro humilde automóvil azul y su imperiosa sombra roja... como si un hechizo pesara sobre el espacio intermedio, una zona de júbilo y magia perversos, una zona cuya precisión y estabilidad misma tenían una virtud cristalina que era casi artística».
What did that man ask you, Lol?
Man? Oh, that man. Oh yes. Oh, I don't know. He wondered if I had a map. Lost his way, I guess.

Ahora Lol confunde, se equivoca.
«Un desastre. Lolita había leído mal una fecha en el Tour Book y las ceremonias de la Cueva Mágica ya habían terminado. Debo admitir que lo tomó con calma y cuando descubrimos que había en Wace un teatro estival en plena temporada fuimos a él una noche límpida, a mediados de junio. No podría contar el argumento de la obra que vimos. Un asunto trivial, sin duda, con rebuscados efectos de luz y una actriz mediocre. (…) Cuando acabó la función y el aplauso manual ―sonido que mis nervios no pueden resistir― empezó a resonar en torno a mí, empecé a empujar a Lo hacia la salida, movido por mi natural impaciencia amorosa de volverla a nuestra cabina azul-neón, en la noche estrellada y maravillada: siempre digo que la naturaleza se maravilla de los espectáculos que ve».
El bamboleante telón de fondo del Quijote es de ficción.


6 comentarios:

Pastora dijo...

En mis sueños, la topografía se parece al telón de fondo del Quijote, no hay detalle. Los lugares conocidos surgen dramáticos e inciertos. Y al despertar, esos sitios cotidianos ya son otros para siempre.
Recuerdo que durante unos cuantos años trabajé en la zona sur de Buenos Aires y al bajar del colectivo caminaba entre restos. Observaba diariamente una plaza hecha de yuyos y bolsas de plástico. Un día, allí, unos gatitos abandonados entre cascotes duros. Luego un auto desguazado que variaba su forma y se quedaba mudo de óxido. Ropas, cáscaras de banana, restos de vigas. Barro y pasto en la vereda. Algún pequeño cadáver de mascota sin enterrar.
Hace poco soñé. Salía del trabajo, volvía a casa.
Era el atardecer en un basural, las barrancas estaban regadas de residuos y encendidas de hogueras negras. Nadie estaba apurado. Eran felices, hacían sus cosas. Y yo comprendí que quería abandonar el sitio.
En la vigilia quedó prendido ese sentimiento. Y en un impulso, un día cualquiera cambié de trabajo.
En ese sentido imagino la topografía del telón que da fondo a Alonso Quijano, como un lugar abstracto en que la mente prospera.
Y de las guías de viaje, resguardadas en la cabina azul-neón del auto donde Lolita viajó, ¿qué puedo pensar? Representan una topografía sentimental. Algo muy triste. Algo perdido para siempre, descrito ritualmente, con todo detalle para que no muera.

silv dijo...

Me gusta mucho mucho mucho lo que el entretejido entre nuestro amado Quijote y nabokov (Nunca me acuerdo bien si es asi o "navokov" o alguna otra variante. El cambio de idioma alimenta mi dislexia y a veces me encuentro con dudas ortograficas existenciales)

Copiaras en el blog las maravillosas ultimas 10 lineas de Lolita?

gaab dijo...

No se muy bien por que me lo pediste, pero aqui esta:
"odio olvidarme de las cosas. Me olvido de que la luna es un cuerpo gigantesco que está ahí, enorme enorme y no es una moneda clavada en una tela oscura. Me olvido de la dimensión. De la profundidad. Me olvido de que la tierra gira. Y de que existen estrellas, mundos y más mundos. Me olvido de que el sol está en llamas. de lo pequeño que es todo y de que grande es. (...) me limito a lo chiquito en mi mundito enano. Y a veces no doy a basto con mi minusculez y me agobia. Supongo que para tragar eso es para lo que los humanos inventamos la religión (la religión es tan necesaria para las personas como las bicicletas para los peces, dijo un tipo en el periódico local dos días atrás)
memoria memoria memoria."

No viene a cuento de nada. O si. Los eclipses despiertan mi espíritu tribal, fascinación y miedo ancestral. Me recuerdan mi humanidad, supongo. Eclipse de memoria.

Gustavo López dijo...

pienso en los comentarios de agosto.

En el bamboleante telón de fondo del Quijote. El paisaje, como dijo Pastora, prospera a cada paso que da el héroe. Se alza con el andar del héroe.
La locura del Quijote.
En cambio a cada paso de «Humbert Humbert» la ruta cede a los montajes verdaderos de Dolores Haze.
Las garras y las alas de Lolita.

Pienso en las preguntas que inicialmente formuló Paulino acerca de Avellaneda.
El falso Quijote transporta a Zaragoza la escenografía levantada por Cervantes para la continuación del primer libro.
Leo el libro apócrifo, ahora arriesgo: el personaje no prospera, se repite.

Pesadilla y vigilia de Pastora: restos de toda clase, yuyos, óxido, nylon, barro, gatitos, nadie está apurado, nadie ve.

La naturaleza se maravilla de los espectáculos que ve.

La tierra gira, estrellas, mundos y más mundos, el sol en llamas de Gaab.

Un e-mail de Silv: "Eso de que la naturaleza se sorprenda de lo que sucede ante ella me partió el cuore y la cabeza, pero más el cuore".
Muchos puntos de admiración para Nabokov.
También para el eclipse de esta semana.

Las estrellas, la profundidad, la luna... expresan una topografía del olvido y la memoria, la ficción y la realidad, el lenguaje y lo real.
Acaso también The Truman Show.
Lacan recuerda en Psicoanálisis y cibernética o la naturaleza del lenguaje: «El hombre anterior a las ciencias exactas pensaba cabalmente, como nosotros, que lo real es aquello que volvemos a encontrar en el punto debido. [...] No es casual que [el hombre] haya tomado [históricamente] el punto de referencia celeste antes que el punto de referencia terreste, porque, a decir verdad, el mapa del cielo fue confeccionado antes que el mapa del globo».

Pienso en esa patología que Silv llamó dislexia.

I am thinking of aurochs and angels, the secret of durable pigments, prophetic sonnets, the refuge of art. And this is the only immortality you and I may share, my Lolita.

«Pienso en bisontes y ángeles, en el secreto de los pigmentos perdurables, en los sonetos proféticos, en el refugio del arte. Y ésta es la única inmortalidad que tú y yo podemos compartir, Lolita».

morning cielos dijo...

trucha yo? mi ventana nueva es parte es mi topografia!. Mejor dicho, mi ventana es la escenografia de mis desayunos y comidas. Es lo que veo, y al mismo tiempo, es lo que enmarca parte de mi vida. Y esta nueva que tengo es mi ventana favorita porque tiene la montaña de fondo. Un escenografo crea la perfecta ambientación para una escena. A veces es tan perfecto que no es real. Mi ventana y la vista que tengo desde ella es insuperable.

gaab dijo...

yo no mezclo, es asi, porque asi es la vida. No son cajitas compartimentadas, las ventanas, los perros, las crias, los libros, las peliculas, los cielos. Todo junto y todo revuelto, es mejor para mi. Le eché un vistazo a ese blog que me pasaste, y no es mi estilo, pero te lo agradezco. pero esto si es mezclar. en tu blog contestando tu comentario en mis cielos en una entrada sobre topografías y quijotes. no tiene nada que ver. asi que mejor termino.
mis respetos