2007-12-22

En la primera parte de la novela Brausen se desdobla.
Entre el departamento de al lado y el argumento para cine: Brausen será Arce en el departamento de la Queca y será Díaz Grey en Santa María.
Dejemos hablar.

Usted puede ir a Santa María cuando quiera. Y sin que nada le cueste, sin viajar siquiera. Escuche: [...] Brausen. Se estiró como para dormir la siesta y estuvo inventando Santa María y todas las historias. Está claro. Pero yo estuve allí. También usted. Está escrito, nada más. Pruebas no hay. Así que le repito: haga lo mismo. Tírese en la cama, invente usted también. Fabríquese la Santa María que más le guste, mienta, sueñe personas y cosas [...] Dejemos hablar al viento. Capítulo XXIII

Onetti inventa personajes: Stein, la Mami, la Gorda, ellos y Ernesto, Macleaud, Onetti.

El hombre que me había alquilado la oficina se llamaba Onetti, no sonreía, usaba anteojos, dejaba adivinar que sólo podía ser simpático a mujeres fantasiosas o a amigos íntimos [...]

Luego de este Onetti que le alquila una media oficina a Brausen, sigue Tres días de otoño, capítulo en el cual, violentamente, Brausen relata que Díaz Grey viaja en auto hacia el Bajo.
La narración es imprecisa. Hay una mujer. Díaz Grey está imposibilitado de besarla.

Díaz Grey y Elena Sala buscan a un joven.
Es un desesperado profundo.
Brausen irrumpe violentamente.
Dice: Y esto sucedía siempre, con pequeñas variantes que no cuentan; una y otra vez, fingiendo trabajar en mi mitad de oficina, vigilando las espaldas a Onetti.

[…]

Yo besaré los pies de aquel que comprenda que la eternidad es ahora [...] Beso sus pies, aplaudo el coraje de aquel que aceptó todas y cada una de las leyes de un juego que no fue inventado por él, que no le preguntaron si quería jugar.

[…]

Él es así, dice Elena en la calle después de un rato, un hombre que quiere ser él mismo y acepta las reglas. Se refiere a ese yo que besará los pies de aquel otro que comprenda que la eternidad es ahora.

[…]

Termina la búsqueda del desesperado profundo.
Elena se dirige a Díaz Grey.
Yo lo traigo a dormir. Tal vez Ud. quiera otra cosa. Siempre me porté mal con Ud. ¿Qué le gustaría?
Díaz Grey piensa volver al consultorio. Pero.
Me gustaría estrujarla.
Bueno vamos.


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