2008-07-27

Tan pronto como Mami Xue y Karma Illyar empezaron a menearse y a hacer cabriolas, me dirigí a otra que se hallaba algo separada del grupo. Enseguida su voz de nínfula se insinuó; dijo «form» y después «from». «I'm from Japan».
Su apellido era «Lane», el mismo apellido de la periodista de Superman, un atributo imposible de soslayar para el avatar que yo era, con las aéreas aptitudes recién adquiridas. Me reí como haciendo gárgaras, seguramente por nerviosismo. Había en el apellido una tensión que me provocaba palpitaciones superpoderosas. Sin embargo, la nínfula tenía nombre, Sakurako, y demostraría ser una geisha. Una geisha que me perdonaría todas las torpezas —o casi todas—. Así como ella habló de música, mi cabeza de repente se inundó de flores tarifarias; esto es, mi supermemoria recuperó un conocimiento que hablaba del tiempo medido de una geisha, o, del amor que palpita lo que tarda en consumirse un sahumerio. Hablé de tango, e, increíblemente, hablé de un boliche de tango, emplazado a pocos metros de mi casa. Y Sakurako Lane se figuró mi hogar en Second Life. Claro, ella era del Daily Planet, mientras que yo apenas he escrito alguna crónica en la revista de Página/12. Pero mi geisha conocía el tango.
Lo. Lee. Ta.
«Mi corazón fue como nieve». Yo estaba superconcentrado, a pesar de los avatares danzando a nuestro alrededor, en imaginar el punto desnudo del blanco maquillaje de Sakurako, ese punto en la nuca de toda geisha que resulta ser una letra. Y, además, fantaseaba con la zona de piel alrededor del pelo, que crea la ilusión de una máscara. Suavemente Sakurako Lane expresó: «I see». Claro, qué otra cosa podía expresar una geisha preciosa sobre la Argentina. «I see».
Llevábamos seis minutos de charla; dado que la nínfula me perdonaba todo —o casi—, aproveché y exhibí una entrega total a las antorchas y los ukeleles. Un sim japonés. Arena y estrellas. Me encontraba en una isla llamada «Japan resort». Nada mal, siendo que había conseguido liberarme del encierro en español, por medio de una impredecible teletransportación Time Tunnel. Entonces.
La invité a volar.
Fue una invitación a salir en busca de un común destino en el sim y enterrar para siempre mi pasado argentino. Divina geisha. Lo siento, se excusó educadamente en inglés, no conozco tanto. Yo debería haberle dicho que la llevaba en superandas, que la acunaba en mis superbrazos, pero Sakurako había seguramente contemplado mi arribo al Japan Resort, a la manera de Peter Sellers en La fiesta inolvidable, es decir, derecho al agua.
De esta suerte, me sentía un despreciable pollo mojado, que formulaba «comentarios desesperadamente inconexos en un tono artificial que me daba frío en mis últimos dientes verdaderos» y «que hacía imposible toda conversación ulterior, oh mi pobre niña […]» Tuve una vaga premonición de desastre. Me fui como un gallo asustado.
Glup.

By the way… ¿Dormirán vestidos?
Abajo mis nueve minutos en Second Life con Sakurako. Have fun.

[19:55] Yo: hi, i am new here
[19:56] Sakurako Lane: Hi
[19:56] Yo: i dont understand many things
[19:56] Sakurako Lane: ok
[19:56] Yo: i am from argentina
[19:57] Sakurako Lane: I see....I'm form japan
[19:57] Sakurako Lane: * from
[19:57] Yo: ok, from jajajjjaj
[19:57] Yo: i dont know how to speak
[19:58] Sakurako Lane: I hear music
[19:59] Yo: do you like tango?
[20:00] Sakurako Lane: tango? yeah
[20:00] Yo: i live near a tango club
[20:00] Sakurako Lane: In SL?
[20:01] Yo: in buenos aires, argentina

[20:01] Sakurako Lane: I see
[20:01] Yo: where are we?
[20:01] Sakurako Lane: Here is a japanese sim called japan resort
[20:02] Yo: ah
[20:02] Yo: and... what can we do
[20:02] Sakurako Lane: here? hmmm...
[20:03] Yo: do you want to show me some place, flying together?
[20:03] Sakurako Lane: here?
[20:03] Yo: if you want
[20:04] Sakurako Lane: sorry I don't know much about here
[20:04] Yo: like me
[20:04] Sakurako Lane: yeah
[20:05] Yo: but do you know something about that group?
[20:05] Sakurako Lane: no... so sorry....
[20:05] Yo: ok, next see you again
[20:05] Sakurako Lane: by the way... you should put on your clothes...
[20:05] Yo: glup
[20:06] Sakurako Lane: see you, have fun!


1 comentario:

Gustavo López dijo...

Comparto esa idea de la escritura, Rey: un punto en el horizonte que carece todavía (siempre) de forma.

Lo de las listas, Eurídice... Respecto a los genocidas, pienso en el efecto perverso del juego que comentó La ninfa. Ese pone y saca. Y la comicidad de la gallina degollada.
Cervantes y Avellaneda; afortunadamente hay críticos que leen los libros menos comprometidos con los duelos y las traiciones, o, como se dice en el prólogo de Avellaneda: los sinónimos voluntarios; desafío recíproco que viene a cuento del tema del impostor.

Muy amable, Gaby.
Cariños para las bestias, los perros, Doug y vos.