2009-01-21

RETRATO DEL NOVELISTA DESCONOCIDO
La improvisación repetida. Rita traiciona otra vez.
Primera Plana (Buenos Aires),
N° 226 (25 de abril de 1967), 66-67


[…] Una nota de Mary McCarthy en Encounter […] lo envió [a Manuel Puig] a las páginas de Ivy Compton-Burnett. «Para mi gran sorpresa… descubrí que mis diálogos de incógnito ya habían sido hechos hace 20 años: y pensar que creía haber inventado algo nuevo», informó [Manuel Puig a Emir Rodríguez Monegal, 11 de abril de 1967] con esquinado humor.
Referencia a lo expresado al tope de la tercera columna, p. 66

[…] Se eligió Diario de Esther: 1947 para la revista porque, como Borrini [corresponsal de Primera Plana en Nueva York] le explicó a Manuel, era el único capítulo «que tu padre podría leer sin ningún problema». […] Como le escribió Manuel a Emir, «supongo que una nota en Primera Plana te pone en órbita enseguida». Pero los extractos del Diario de Esther podían ser entendidos como «demasiado cercanos a lo real», advertía Emir […] Sin el comienzo sentimental ( Domingo 7 Tendría que estar contenta y no lo estoy, una pena que no es honda pero es pena quiere anidar en mi pecho. ¿Será la luz mortecina de este crepúsculo de domingo?) donde como Manuel lo expresó: «al faltar el principio del capítulo (donde yo cargo más las tintas para hacer entrar al lector en el juego) parece que el cursi es el autor y no el personaje». Tal como apareció en Primera Plana el extracto invitaba a lecturas altaneras y erróneas y rechazos hoscos, como [el ácido comentario de Juan Carlos Onetti:] «Sé cómo hablan los personajes de Puig; lo que no sé es cómo escribe».
Referencia a «una aventura del lenguaje (ver páginas 72/73)» en la segunda columna, ocho líneas debajo del subtítulo, p. 66

Manuel Puig y la mujer araña, de Suzanne Jill-Levine.
Seix Barral Los Tres Mundos Biografía


2 comentarios:

Pastora dijo...

"El hombre construye casas porque está vivo, pero escribe libros porque se sabe mortal. Vive en grupos porque es gregario, pero lee porque se sabe solo. La lectura es una compañía que no ocupa el lugar de ninguna otra y a la que ninguna compañía distinta podría reemplazar. No le ofrece al hombre ninguna explicación definitiva sobre su destino, pero teje una retícula apretada de complicidades entre la vida y él. Ínfimas y secretas complicidades que hablan de la necesidad paradójica de vivir, al tiempo que iluminan el absurdo trágico de la vida..."
Daniel Pennac
Como una novela. Norma. Bogotá, 1996.

Víctor Sampayo dijo...

Es lo que pasa con las citas: son como ramitas que se injertan en otros textos para producir frutos de la más diversa calaña. Todo depende, por supuesto, de qué frase se cita y en qué contexto, y se puede hacer que diga casi cualquier cosa que uno desee; sin embargo, también ocurre que a veces dicen cosas que uno en realidad no quería...