2011-01-21

El miércoles me di el gusto de bañarme bajo la lluvia, y en traje de Adán, en la terraza de una casa en Campana.
Hace unas semanas atrás, estaba justamente leyendo en un parque de Campana la parte de Cae la noche tropical acerca del cerro mexicano, el Ajusco, que atrae tormentas increíbles. Luisa, se fija en las noticias de accidentes en los diarios: «...a menudo había un rayo matando a alguien…» Al volver a guarecerme de la lluvia en la casa de Campana, las fatales noticias que daba la tele me impactaron. Hay un dato curioso en la novela en relación a los rayos: los árboles de hojas con reverso blanco, o plateado, atraerían a las descargas, tanto como el miedo humano.

1 comentario:

Víctor Sampayo dijo...

Cerca de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl hay varios poblados en donde abundan los "graniceros", gente que ha sido "bendecida" con el rayo (y que ha sobrevivido) y que, según la tradición, es capaz de atraer o repeler a las tormentas a voluntad...