2008-01-06

El frasquito es como la esencia de un perfume.
Antes de ser escritor iba de visita a Chacarita. De chico con su abuela. A visitar la tumba de Gardel y a ver al hermano mellizo, que estaba tapado en los nichos. Ahí arriba, tan alto.
Cuando el escritor puso una gota de aquel frasquito el resultado fue formidable. Si no fue tóxico: La música de Frankie o El frasquito mismo.

Un ejemplo de la gota es Villa.
Otro ejemplo estupendo es El peletero.

Quería contar algo actual y vivo.


2 comentarios:

Pastora dijo...

Leí "El frasquito" el verano pasado.
Es un texto muy breve.
Lo comparo con la experiencia de revolver en una bolsa de basura.
Es vivir en la mezcla. Oír voces que hablan sin ser referenciadas. Leer y decir: ¿quién está hablando? ¿qué? ¿cuándo?
Iba recogiendo pensamientos: familia, madre, puta, hermano muerto. Abuelita. Cantor borracho que resulta ser papá y papá muerto en accidente. Como Gardel.
Hace poco escuché a Guzmán.
Hablaba de su infancia en el Sur, de su madre y el Umbanda, de su padre y el tango. "El frasquito" pero narrado.
Guzmán decantado.
Y, sí, su primera novela contiene, como un aceite esencial, lo necesario para crear todas las fragancias.

chica hindú dijo...

"La polio era un fantasma blanco que recorría las calles. La imagen más precisa es un chico corriendo, y la peste pisándole los talones.."

Estoy leyendo Villa de Gusmán y pensé que me iba a encontrar con otra cosa. quizá una relato posmoderno acerca de la pobreza, los cartoneros, etc..
Nada que ver.
Encontré personajes maravillosos que apelan a la memoria y que ignoran su destino, por lo que intuyo, trágico.