2008-07-31

« […] es absolutamente imprescindible la intervención de alguna de las dos llamadas piedras del mal, la kriptonita verde, que lo hace flaquear pero no lo mata, la roja, la única capaz de aniquilarlo, llegadas ambas desde su planeta natal como recordatorios de la vulnerabilidad que el mundo humano, quizá menos exigente, se empeña en hacerle olvidar.»

Los que hemos leído historietas de Superman sabemos que la verde lo mata y la roja le quita los superpoderes. De todas maneras, el tema de la doble kriptonita no cambia Historia del llanto, una nouvelle a la altura de The Buenos Aires Affair, pero bajo los efectos de la roja.
Sob!


Entre las muchas alternativas del hombre y sus dobles se encuentra el mundo bizarro. A propósito de la génesis del mundo bizarro puede leerse que Lex Luthor apuntó a Superman con un rayo duplicador y creó un doble imperfecto del hombre de acero. Pero el doble imperfecto o bizarro no cooperó con el propósito de Luthor, que era exterminar a Superman. Por el contrario, trató de emularlo. Infortunadamente los intentos fueron patéticos. Buscó ser aceptado por el mundo humano, pero su apariencia y conducta errática asustaban a la gente. Incluso raptó a Luisa Lane. La necesidad de este Frankenstein fue de alguna manera satisfecha con la creación de una Luisa Lane bizarra. No obstante, la pareja bizarra necesitaba un hogar propio como consecuencia del rechazo colectivo, así ocurrió que gestaron una Tierra con el rayo de Luthor. Pero les salió un cubo. De todas maneras, volaron hacia el cubo y lo poblaron gradualmente con muchos dobles de Superman, Luisa, Jaime Olsen y superperro bizarros.
Have fun.


3 comentarios:

Patrick dijo...

Tan "cuadrada" te pareció la última de Alan Pauls? Ja ja ja. Había leído el traspié de ls kryptonitas..... Añoro las historietas mexicanas de mi infancia.... snif.

Abrazo.

Pastora dijo...

Hablando de cosas bizarras... Ayer estuve haciendo un informe sobre el plagio. Me divertí mucho, pero mucho, leyendo una historia real protagonizada por un tal Nahuel Maciel. Creo que es un caso de impostura desaforada.
Maciel se convirtió en colaborador estable del Suplemento de Cultura del Cronista Comercial entre 1991 y 1992. Sus “imposturas profesionales” van desde reportajes a Vargas Llosa, García Márquez y Onetti hasta un falso prólogo escrito por Eduardo Galeano en un libro llamado “Elogio de la utopía”. También una falsa crónica de la visita a un inexistente “Museo de la Subversión” que los militares Bussistas habrían ocultado en Tucumán.

Para seguir leyendo, visitar ATRÁPAME SI PUEDES:
http://www.infobrand.com.ar/nota.php?idx=595

PD: Imperdible NO A LOS PAPELONES: conexión entre Maciel y Gualeguaychú en pie lucha contra la papelera Botnia… un documental de Montes-Bradley que puede verse en YouTube.

Víctor Sampayo dijo...

En ese afán por duplicar no sólo a las personas, sino inclusive los mundos, se ha llegado a extremos que podrían resultar inverosímiles si no pertenecieran a la misma historia (el ejemplo más claro es el sueño que tuvieron algunos inadaptados de implementar el reino de los cielos en la tierra, con los consabidos resultados catastróficos). Sin embargo, eso, como casi ningún acontecimiento histórico, no ha bastado para frenar semejantes anhelos, antes al contrario, pareciera que sólo incitan a su emulación, lo cual me deja una pregunta acaso baladí: ya que no se puede evitar la imitacíon, ¿existe realmente algo que sea digno de ser imitado? Por supuesto, me refiero también a la literatura...