2009-04-13

Ejercicio plástico, fue pintado entre agosto y noviembre de 1933 por David Alfaro Siqueiros en el piso, techo y paredes de un sótano. En 1961, Alvaro visitó el mural junto con su padre Juan Carlos Castagnino y Antonio Berni: «Me causó una impresión muy fuerte, no esperaba encontrarme con esa situación, casi alucinatoria. Al sótano se entraba por la cocina y uno sentía que se sumergía en el mar, las paredes y el techo eran como una campana de cristal sobre la que las criaturas, principalmente figuras femeninas, se aplastaban».
En el documental Los próximos pasos, de Lorena Muñoz, se narra que Siqueiros habría pretendido hacer suya para siempre —encerrar metafóricamente— a su esposa, Blanca Luz Brum, en la cápsula que pintó en el sótano abovedado de la quinta Los Granados, propiedad de Natalio Botana. No se sabe ciertamente si Blanca Luz Brum fue amante de Botana. Pero, una multitud de invitados habría concurrido a la inauguración del mural con ansias no sólo de contemplar el ejercicio poliangular «sino también de espiar a los integrantes del supuesto triángulo».
El documental muestra furtivamente a Pablo Neruda y a Federico García Lorca. La quinta tenía una torre y se cree que ahí Neruda y Blanca tuvieron sexo, mientras que García Lorca hacía de custodio desde la escalera. Botana habría oído los gemidos de los amantes y García Lorca habría resbalado por la escalera cuando intentaba interponerse al ascenso del propietario de la quinta. Neruda habría rememorado la escena en Confieso que he vivido.
Sin embargo, una biografía reciente acerca de la esposa de Siqueiros ubica hechos parecidos dos años después de la conclusión del mural, es decir en 1935. De acuerdo con la biografía, el affaire no habría pasado de una borrachera de Neruda y unos forcejeos con García Lorca, que pretendía apartarlo de Blanca Luz Brum. García Lorca tropezó con una escalinata del jardín y Botana se acercó, atraído por el escándalo, para auxiliarlo.
A pesar de todo, la espelunca de la cocina de Los Granados habría sido fuente de inspiración para los murales de las Galería Pacífico.

Murales realizados por Lino Enea Spilimbergo, Demetrio Urruchúa, Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y Manuel Colmeiro en la cúpula de las Galerías Pacífico.
Fotografía de los días previos a la inauguración, en 1946.

Alucinación

El rescate: ps. 60-65

2 comentarios:

Víctor Sampayo dijo...

He visto varios murales de Siqueiros por acá, y en todos, lo que más me impresiona es la perspectiva. Deja una sensación extraña, como si de pronto cayeras en la cuenta de que quizá formas parte de la escena representada... No es mi pintor-muralista favorito, pero estoy convencido de que ese efecto es algo muy complicado de igualar.
Por otra parte, la escena que describe Neruda en "Confieso que he vivido", la leí hace casi 10 años. Y entonces me pareció divertida, aunque también con un algo de teatral en la manera de ostentar su virilidad y la torpeza o poco tacto que muestra García Lorca. Con la descripción alterna de los hechos que citas en tu entrada, esa misma escena me produce un efecto aún más jocoso: casi como en una comedia de equívocos...

Gustavo López dijo...

Un comentario aparte para los murales de las Galerías Pacífico. A mediados de los noventa, fue demolido el piso que se ve en la fotografía para sacar provecho del subsuelo. Como consecuencia de la demolición, los murales se alejaron para los espectadores, digamos que al doble de altura. Por otra parte, con la inauguración de un nuevo paseo de compras, los espacios fueron colmados por patios de comidas y diversos quioscos, al tiempo que la iluminación artificial de los negocios, vidrieras, carteles comerciales, etcétera, sumada a la del volumen en general del shopping, hizo que los murales hayan hoy dejado de ser la atracción principal.
La fotografía de 1946 pertenece al libro: Berni, escritos y papeles privados.

En cuanto al sótano de la quinta Los Granados, el documental relata que Siqueiros calcó imágenes generadas por medio de proyectores. La sensación que describe el Rey la tuve al apreciar unas antiguas diapositivas de los murales de Siqueiros que no sé en el presente decir donde las tengo guardadas.
En el sótano, tal vez.

Ps: el martes leí la escena según Neruda y comparto tus dichos, Rey.