2008-06-27

Durante el mes de abril, más exactamente entre el cuatro y el treinta de abril de dos mil ocho, hubo cuarenta visitas a través de Google que buscaban información acerca de un barco.La primera fue hecha desde Chuquicamata, en Chile, y las treinta y nueve restantes desde Vicente López, en Argentina.
La primera búsqueda, era por una imagen, porque exactamente fue: «foto del barco dew of fire». Y las treinta y nueve restantes, solamente: «barco dew of fire».
La visita desde Chile tuvo como destino un comentario de Gaab, que contiene una bellísima combinación de dew y fire. Dichas palabras aparecieron en el contexto de una respuesta de Gaab a Silv en la entrada de agosto de dos mil siete. Transcribo los comentarios completos a continuación:

gaab de aquí a allá ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Tengo La invención de la soledad apoyado sobre el ...":

Nunca percibí­ a dios. Nunca debo haber tenido una emoción tan grande. Percibo, sí, su ausencia constantemente. ¿Quizás me olvidé?
Silv, creo que tu cita perdida es:

Once in my dreams I held in my hand a pearl. I have no memory-vision of a real pearl. The one I saw in my dreams must, therefore, have been a creation of my imagination. It was a smooth, exquisitely molded crystal. [...] My pearl was dew and fire, the velvety green of moss, the soft whiteness of lilies. Helen Keller.

No modificarí­a tu lista. Me gusta tal cual es. Pero tendría mi lista, que no incluirí­a a Nebbia. Me produce una profunda tristeza. Mi lista incluirí­a a Auster, tengo que leer La invención... Mi preferido es Mr. Vértigo.

Publicado por gaab de aquí a allá para Lugar de olvido a las 7:56 del 7 de agosto de 2007

silv ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Tengo La invención de la soledad apoyado sobre el ...":

Me siento a escribirte con el imagen de Lito el sapo, por supuesto. El “sapolito” me lleva al nombre de algún antiguo dios americano. O el altar de los sacrificios, donde guillotinaban a los bichitos en su honor para que el gran dios Sapolito no enfurezca y castigue a la humanidad medanera con tormentas de arenas. Su amante “saponina”, siempre intercediendo compasiva ante el gran sapo glotón, creó la planta “uña de gato” para contener las dunas, mientras Sapolito posponía el despertar de su furia; después de todo, siempre, si sabía esperar, le llegarían más bichitos.
Gesell y tu percepción. Que habría recortado Cervantes? El ruso? Gaab? Cuál habría sido mi lista? Seguramente más árboles y menos paletas. Venís/venimos rondando la ceguera y la visión: lo que se percibe. “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”. Como dice mi amiga F.: “el problema no es morirme sino dejar de ver lo que seguirá sucediendo”.
La visión como percepción. Mal cito lo que no pude reencontrar para citar correctamente: Hellen Keller que era ciega, sorda y muda. Cuenta que soñó con un objeto maravilloso y lo describe (y aquí vendría lo que no encontré en ese libro descomunal): el lector sabe que es una perla, pero ella soñó con una perla que no sabe. Tal vez, yo soy ciega para las perlas de Keller. Otra percepción.
Badoni, la gata de mi flatmate, a la cual rebauticé Bodoni, que es la letra que usé para mi primer libro. Me ama, soy su mamá gata perdida. Quisiera poder escribir uno de esos cuentos maravillosos que Colette escribió sobre sus gatos. La percepción del amor reencontrado.

blow blow soft winds
my heart is empty

Trabajo muchos estos días antes ir a ver a S. al continente, tengo la cabeza con tantas cosas que cierro los ojos y no veo nada, lo cual me produce un terrible malestar. Percepción saturada
Pienso mucho en S. y su percepción de mi persona.
De la percepción a la conciencia hay un pasito. Pero de esto no voy a hablar (Wittgenstein)


Publicado por silv para Lugar de olvido a las 19:08 del 3 de agosto de 2007

Mi perla era lisa, exquisitamente moldeada en cristal.
[...] Mi perla era rocío y fuego, el aterciopelado verde del musgo, la suave pureza de los lirios.

Estas treinta y nueve visitas del rocío y el fuego, es probable que hayan sido efectuadas todas por una misma persona. Estoy casi seguro, dado que se efectuaron desde Windows con el navegador Safari, una combinación infrecuente.
La llegada habría ocurrido por azar, para usar alguna expresión, porque el contexto de las palabras en cuestión habla de una perla, y no habla del barco buscado. Sin embargo, la misma persona habría vuelto treinta y ocho veces más durante el mes de abril repitiendo la búsqueda inicial. Indudablemente, durante sus visitas encontró contenidos de interés, ya que:
1. No se dirigieron ya a la entrada del comentario donde aparecen las palabras.
2. El promedio de lectura fue de 2:36 minutos, apenas inferior al promedio general, que es de tres minutos.
La visita de Chile no fue nada breve, por el contrario fue de 10:51 minutos. Pero fue hecha con otro navegador y no se repitió desde aquel país.
Así que.
Yo me animo a suponer que a partir del treinta de abril, el visitante o la visitante de Argentina, ingresaría en forma directa. Quiero pensar que está leyendo ahora...

Pero todo viene a cuento de otra visita, un auténtico enigma. Una visita reciente, que no tuvo nada que ver con la perla o el barco. No. Tuvo que ver con Karma Illyar, o más precisamente, con las palabras claves: «karma illyar». Ocurrió el martes pasado, unos días después de la entrada: [19:54] Yo: alguien habla español... Para hacer la prueba, repetí la búsqueda a través de Google: los nombres, tipeados uno a continuación de otro, condujeron a Lugar de olvido
Google Analytics me dio más información: la visita duró 4:55 minutos y fue realizada desde Hamamatsu, en Japón. Abajo las ventanas correspondientes:

Yo titularía: El rostro de Karma Illyar.
Trataría acerca de alguien que sigue las huellas del avatar de la isla estrellada, aunque también ese alguien podría ser la propia persona que mueve los hilos del avatar, y a quien, como a Silvio le pasó con el unicornio azul, el avatar se le perdió.
¿Es mentira o es ficción? Las fronteras parecen haberse borrado. El juego ha tomado el sesgo de un relato de misterio o cuento policial. Pero es verdad, es japonés y entró por mis ventanas.


5 comentarios:

Francisco Méndez S. dijo...

muy interesante y entretenido. Novedoso.

Saludos

silv dijo...

Tuve un buen día, hoy pague el curso de español. Recibí texto de Scott, tuve una charla con mi maravilloso profesor de ingles, tomé café con un amigo brasileño con el que siempre hablo de amor y él, de sexo. Casi llovió pero no, lo cual fue anunciado por ese olor tan porteño: perfume pre lluvia. Pero una de las mejores cosas fue tu visita al blog, sé que todo viene por “second life” (y yo que te volví loco)… pero fue extraño ver mi texto allí, por un momento no lo reconocí, los avatares de la escritura y el tiempo. Verás que la perla de Keller sigue rodando y se pierde en “La pradera” de Bradbury (creo que así se llama en la edición de Minotauro). Sigo extrañando a Bodoni.

Y posibles Haikus escritos por mi otro yo, avatar perlado…

i.
Muerta sobre el rocío
Karma Illyar,
Princesa del fuego

ii.
Calma del rocío,
Karma Illyar
Pequeño monte de fuego

iii.
Mientras observa
El fuego entre las hojas
Karma Illyar piensa en rocío.

Víctor Sampayo dijo...

Sí, la trama es policial, y ya me siento en el misterio... pero ¿hacia dónde va? ¿se quedará en cuestiones de pistas falsas y verdaderas que parecen falsas de tan verdaderas?, ¿en la imposibilidad de alcanzar la verdad? ¿se irá al plano de las alegorías como sucede con "El hombre que fue jueves"? ¿o acaso...?

Pastora dijo...

Comparo este texto con el cielo azul de la noche temprana iluminado por estrellas.
Esta "entrada celeste" titila como el pensamiento de la humanidad. Cada estrella representa la energía psíquica que toca, por un instante, las mismas cosas a través del pensamiento... un barco, una perla....
Algunas estrellas parecen irradiar más luz, otras, olvidadas se transforman en enanas blancas. Y el mapa celeste siempre cambia.

Gustavo López dijo...

Un orden.
La literatura es entrar en un orden.
Aunque.
Ese orden es tan improbable que, tal vez, yo esté escribiendo para preguntarme sobre su realidad.