Cuando Rey Mono tradujo el poema Verrà la morte e avrà i tuoi occhi, de Cesare Pavese, dije que la lectura del siguiente verso:
un grido taciuto, un silenzio.
me había llevado a otra parte. Al silencio de Dios, en referencia a Auschwitz, en boca insólitamente del actual Papa.
Pensaba sobre el uso de «acallado», o, mejor, el adjetivo callado, en el sentido de: grito no pronunciado / no articulado, cuando leí lo siguiente:
Il Papa ad Auschwitz a mani giunte "Signore, perché hai taciuto? Perché hai potuto tollerare tutto questo?" dice Benedetto XVI, al termine del canto di lutto del Kaddish e l'accensione di un cero. 28-05-06. El diario La Croix, de París, comentó: "Benedicto XVI ha planteado la pregunta que todo el mundo hace, sea o no sea creyente: ¿Dónde estaba Dios en aquellos días? ¿Por qué calló?"
2008-12-04
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2 comentarios:
Skrik, de Edvard Munch.
estaba planificando la crisis económica actual. mientras jugaba un partido de criquet.
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