2008-12-31

Cotejando lecturas acerca de Giorgio Manganelli encontré que el Infierno podría ser purificador. De inmediato, me vinieron a la cabeza los versos de un libro editado este año: Cartografías, de Silvia López.

vuelo suicida del vencejo
flechazo negro en el aliento
blanquísimo del Diablo

y si en el fondo del abismo
traga males el Infierno
¿ruge empacho de Eternidad?

pero el pájaro resurge
de su ducha fresca
haciendo una verónica
que —estoy segura
me dedica.


Garganta del Diablo,
Cataratas del Iguazú, 15 de agosto de 1996

3 comentarios:

La ninfa dijo...

En una película de Herzog, resulta filmada la cueva, protegida por una cascada, donde protegen sus nidos los pájaros. El director, sin embargo destruirá la cinta porque esos pájaros son sagrados.
Hace poco dieron Embrujada, con la Coca Sarli, que nadie se ofenda... me vino por asociación....

Ay, señor Olvido, vengo a que me cure el empacho. ¿Atiende señor el último día del año? Señor....

Pastora dijo...

Una niña quería que le cuenten un cuento de terror... preguntó: qué es el apocalipsis. Le conté mi versión, al rato me pidió un papel y dibujó los sellos que se abrirán en el fin del mundo. Después, me los regaló. Son redondelitos de colores, que prolijamente doblados, guardo en un cajón.
No sé si esto tendrá que ver con trompetas o con entradas sobre el infierno que vengo leyendo en lugar de olvido o más simplemente, con fin del año.

Víctor Sampayo dijo...

Purificador y con tormentos a los que uno terminará por acostumbrarse... qué mejor promesa para ese "después de la muerte".